Archivo:YouTube - A92noticias - Tc9U9gk34nw.jpg

Desde primera hora de la mañana, un fuerte dispositivo policial se ha desplegado en Sol en previsión de la marcha. Agentes de la Policía Nacional y Municipal custodian las calles que confluyen en la Puerta del Sol -Alcalá, Montera, Carmen, Preciados, Arenal, Mayor, Carretas y Carrera de San Jerónimo-, donde hay apostadas media docena de furgones y varios coches policiales. Ya hay vallas dispuestas para bloquear todos estos accesos, uno de los cuales, el de Carretas, por el que los indignados trataron de entrar en los últimos dos días, ya está cerrado.

El tránsito de madrileños y turistas es el habitual, sin que se exija identificación a nadie, tanto en la Sol como en las calles aledañas, donde trabajan con normalidad los servicios de limpieza y los repartidores de los numerosos comercios de la zona. 

En la cercana plaza de Oriente, los servicios de limpieza han desalojado a las cinco de la mañana a un pequeño grupo de acampados. A primera hora de la mañana, una furgoneta y un coche de la Policía han estado vigilando pero se han retirado pasadas las nueve y media. A las once de la mañana, todo está tranquilo en esta plaza, donde unos pocos indignados esperan a las doce de la mañana, cuando marcharán hacia Sol. No hay policía en la plaza del Palacio Real.Tampoco en la plaza Mayor, donde ayer por la mañana fueron desalojados una veintena de jóvenes que había pasado la noche, se ve presencia alguna de integrantes del 15-M ni presencia policial.

Se trata del tercer día consecutivo de protestas. Ayer, los manifestantes no lograron desalojar "la acampada de la Policía", como clamaban mientras recorrían en manifestación el paseo del Prado. Cerca de dos mil personas llegaron al Kilómetro Cero con la intención de recuperar la plaza que habían perdido el martes por la mañana tras ser desalojados. La concentración empezó con unos cientos de personas en Atocha a los que se fueron sumando más, a su paso por el paseo del Prado, la fuente de Neptuno y Gran Vía. La marcha, que comenzó pacífica, con sus habituales lemas por la democracia y contra la crisis, comenzó a caldearse a su llegada al Congreso de los Diputados.

A las once, cansados de los enfrentamientos, la manifestación se separó y se trasladó a la plaza de Callao. Allí se concentraron unas quinientas personas que cortaron el tráfico de la Gran Vía. Convocaron una asamblea espontánea en la que estuvieron hablando hasta pasada la medianoche sobre el futuro del movimiento y algo mucho más inmediato: qué hacer ante el cierre de los accesos a los indignados por segundo día consecutivo. El tráfico permaneció cortado durante el transcurso de la reunión, a la altura de la plaza del Callao, aunque los asistentes se levantaron para permitir el paso a un camión de bomberos entre aplausos.

Estuvieron vigilados por tres coches de la policía municipal, que mantenían cortado el tráfico, mientras que en Sol continuaban los agentes de la Unidad de Intervención Policial o antidisturbios impidiendo el paso. Entre los participantes, un ciudadano tomó la palabra para reiterar una opinión muy extendida entre los indignados, que la visita del Papa es la causa del desalojo de Sol, por lo que propuso que se acampe en las inmediaciones del Palacio Real o la catedral de la Almudena, lo que ni se ha aprobado ni tampoco se ha descartado,

Otro asistente añadió que si la policía les echa, "habría que llevar el espíritu del movimiento a todas las plazas y barrios de España" y pidió que se instalen puntos de información en todas las asambleas zonales.