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Invitados: la Doctora Maribel, que trabaja en el barrio de Arganzuela, y el Doctor Carlos, que trabaja en el centro de Alpedrete.

http://youtu.be/lhn7OPlCxYo

Texto de la compañera Gema, tras escuchar la charla: La marea de la sanidad no ha bajado...

Todos creíamos que se había llegado al final del túnel al paralizarse la privatización de unos cuantos hospitales. Hete ahí que una contracorriente del movimiento ciudadano masivo estaba preparando una nueva encerrona para la sanidad pública: las denominadas Unidades de Gestión Clínica o "experiencias de autogestión". Y claro que no suena mal esa palabra, porque nos recuerda a la libertad y a la autonomía en la toma de decisiones; sin embargo, nos la quieren colar y lo que para todos significa es:

que los médicos ya no van a ser reconocidos por su oposición y por su profesionalidad, el conocido como personal estatuario, sino que serán escogidos en función de los intereses individuales de quien gestione el centro médico. Este elegirá a quien le venga en gana, esto es, a médicos que se hagan con un grupo de pacientes de bajo coste y que se desentiendan de quienes más ayudas necesiten para ganarse los incentivos. En definitiva, médicos eficientes que sepan barajar presupuestos mínimos en vez de atender a sus pacientes.

que la gestión podrá emprenderla cualquiera, aunque no esté cualificado para su función, porque la gestión pasará a ser una cuestión de tinte político acondicionada a las exigencias del mercado. Los médicos tendrán que ser gestores también de su propia actividad, así que se planteará una jerarquía entre los que son buenos gestores (élite) y los que son buenos clínicos.

que nosotros, los ciudadanos, enfermos de todas las edades, tendremos que reprimir nuestras dolencias porque si tenemos muchas supondremos una carga para esta empresa en ciernes que es la sanidad. Con el agravante de que están surgiendo muchas más enfermedades porque los enfermos no pueden pagarse la medicación y su estado de salud empeora. A la larga este camino de obstáculos sale más costoso para todos en todos los sentidos.

que la asistencia domiciliaria a los pacientes crónicos se llevará a cabo por vía telemática. Aviesas empresas de tecnología e informática ya han metido la cabeza para sacar provecho. Por lo visto, no hay presupuesto para mejorar la salud de los pacientes pero sí para fabricar maquinitas con las que llenar sus casas, artilugios que les permitan establecer contacto con los centros de salud y sus recursos, y que les permitan además hacer su parte de obligado consumismo. (No olvidar el copago para adquirirlas).

La sanidad es un lobby y empresas de todos los tamaños y colores se han unido con el empeño de hacer bajar la marea...