Descripción | Descripción proveniente de YouTube: declaraciones de la portavoz de la PAH, Ada Colau, que ha calificado de "muy positiva" la iniciativa aprobada por el Gobierno de Andalucía que prevé la expropiación de viviendas a entidades financieras.
La iniciativa tiene también un impacto de envergadura en clave partidista. Para empezar para el PSOE, cuya estrategia de oposición en Madrid sigue sin coger vuelo y se muestra carente de punch político. El decreto permite a los socialistas (aunque sea desde Andalucía y no desde Ferraz) recuperar la iniciativa política y el protagonismo en un asunto que, por su propia pasividad, estaba casi por completo en manos de la PAH. Otros dirán que, además, José Antonio Griñán está dejando en evidencia a Rubalcaba. Y podrían tener razón. En el caso de Izquierda Unida, muy criticada desde dentro y desde fuera por su participación en el gobierno de la Junta, lanza con esta medida a sus votantes un mensaje de calado: que las cosas se cambian mejor desde el poder que desde la oposición.
Y desde el punto de vista de la comunicación, se produce un radical cambio de tercio en el debate mediático sobre los desahucios, que el Gobierno estaba logrando llevar a su terreno, con unos medios -y no sólo los de la derecha- focalizados casi en exclusiva en los controvertidos escraches. En González Pons y sus niños y su puerta aporreada. En si los manifestantes son filonazis, filoterroristas, perroflautas del 15M, héroes anónimos o adalides de la no violencia. Se había llegado al absurdo -peligroso absurdo- de hablar más de los escraches que de la dación en pago. La estrategia de criminalización lanzada por el Gobierno comenzaba ya a arañar la impecable imagen pública de la PAH, que hace sólo unos días se vio forzada a difundir un vídeo para defenderse de los ataques de la caverna mediática y política.
El movimiento antidesahucios estaba necesitado de un Plan B frente a unos escraches que, en el fondo, no le gustan a nadie. Y ha venido desde Andalucía. |