Jinámar
En sentido histórico estricto, Jinámar fue un pequeño núcleo de población desde antes de la conquista castellana, y a partir de ella, de pequeños campesinos, jornaleros agrícolas y obreros que trabajaban en canteras y otras factorías circundantes, durante siglos, perteneciente al municipio de Telde, pero en la frontera misma con el de Las Palmas de Gran Canaria.
Actualmente el valle colindante que se abre hacia el mar, en otra época una gran finca agrícola de terratenientes de la nobleza más rancia y opresora (Conde de la Vega Grande), se ha convertido en suelo urbano, donde hay construidos centenares de bloques de viviendas, en lo que se dio en llamar el «Polígono de Jinámar» (ahora «Valle de Jinámar», para suavizar los términos). Las construcciones de viviendas se ubican mayoritariamente en la zona de Telde, pero también las hay en gran número en la zona de Las Palmas, dando lugar a un «emporio« urbanístico relativamente unitario, aunque con escaso ensamblaje social, que pertenece a dos municipios, lo que hace que su seguimiento estadístico demográfico no sea fácil. Actualmente ĺa zona supera los 30.000 (treinta mil) habitantes, de los cuales aproximadamente las 2/3 partes pertenecen a Telde y 1/3 a Las Palmas de GC.
A esas viviendas destinaron a buena parte de la población más humilde de la isla, con lo que la mayoría inmensa de la zona no es oriunda de allí, sino «injertadas« mediante la adjudicación perentoria de viviendas sociales, lo que ha causado una clara percepción de desarraigo y desestructuración, que aún permanece. Las condiciones de precariedad laboral y económica de la zona son famosas y persistentes a lo largo de las décadas. Geográficamente es un «guetto» para aquellos que no disponen de recursos, pues aunque se encuentra entre los dos municipios más importantes de la isla, los cascos urbanos de cada uno de ellos quedan a varios kilómetros de distancia. Por todo ello, es zona de trabajo relativamente «difícil» para los activistas sociales, en la terminología clásica de éstos.